El Traction, coche de culto de Citroen, era un coche revolucionario en muchos aspectos. La primera versión de 7 CV de 1934 tenía una carrocería monocasco íntegramente de acero, un aerodinamismo que acababa con las calesas de caballos, un motor con válvulas delanteras, y sobre todo, la tracción delantera. Esta última característica es la que le daría su nombre “comercial” al coche en sus versiones posteriores (la 11CV y la 15CV) : el Traction Avant!
Además este modelo fue diseñado por el italiano Flaminio Bertoni. Este mismo diseñador que creó la DS19 y la 2CV, dos otros coches emblemáticos de la marca. En la Escuela de las Bellas Artes de Varese, había aprendido a esculpir con arcilla, y utilizó estas técnicas para hacer modelos en miniatura de los coches antes de su producción.
Desafortunadamente, después de su lanzamiento, la Traction sufrió muchas averías y fue un fracaso. André Citroën, el fundador de la marca, no superó la depresión que esto le provocó y murió en el 1935.
Un año después, una vez arreglados los problemas técnicos, la Tracción fue un gran éxito. Se vendieron más de 15 millones de unidades entre 1934 y 1955 y ganó el apodo de “El Rey de la Carretera”.
Ha sido un coche profesional, familiar y glamuroso. La usaban los Alemanes y la Resistencia en la Segunda Guerra Mundial, los pandilleros de Marseille en los años 1950 (El Gang de los Tractions) y la policía francesa hasta los años 60.
Seguro que la hemos visto sea con nuestros propios ojos o en el cine. Los famosos actores Jean Gabin, Lino Ventura, Harrison Ford o Sean Connery la condujeron en sus películas así que su silueta es reconocida en toda Europa y por todas las generaciones.
Es sin duda otro mundo automóvil. A pesar de su avanzada edad, todavía puede superar los 80 km/h! Consume como un cosaco, zumba y petardea y hace desarrollar musculatura a todos los que lo conducen. Pero provoca sonrisas a su paso y genera admiración en los otros automovilistas, en los transeúntes, en la vacas e incluso en los pájaros.